¿Se imagina un medio de transporte que apenas contamine, ligero, que evite atascos, pérdidas de tiempo en búsquedas de aparcamiento y, que, además, suponga un gasto pequeño? No es ciencia ficción. Son las prestaciones de la bicicleta eléctrica, un nuevo concepto que ha llegado a nuestro país con la promesa de ser más ecológico, menos ruidoso que los demás vehículos y que contribuye a que las ciudades sean más habitables. No obstante, los ecologistas advierten de que sí contamina, aunque consuma poco, principalmente porque la electricidad en nuestro país no procede de energías renovables
martes, 29 de enero de 2008
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